domingo, 20 de junio de 2010

Anita...

Los sentimientos no se imponene; surgen. El creer y el amar son vuelos de vida que jamás existen desde la sumisión. porque el sentimiento se eleva en atmósferas de comprensión y libertad, y se aplasta con las mil y una ataduras que pretenden someter el intelecto.
Si esperamos encontar en otro la luz, lo último que le podemos ofrecer es la noche y el trueno. Cuando alguién trata de forzar el sentimiento ajeno a través del poder económico, el apabullamiento mental o incluso la amenaza física, lo único que consigue es la dependencia anoréxica de interés. Confunden sentimiento con sometimiento, esa ruin gloria de gusano de los raquíticos mentales.
No hay animal mas nocivo que un dominante con poder, porque sólo a través de la anulación de los demás consigue verse inteligente así mismo.
Cuando toca convivir con uno o una (porque en todas pates se cuecen habas), la mejor vacuna es la cultura, esa fuerza invisible y suave que nos abre el cerebro a la dignidad y oportunidad. Solo en la solvente toma de conciencia de saberse dominado nace el germen del amor propio y la libertad. Aceptar a un bastardo propietario de nuestra vida como un inevitable mal del destino es, además de autoflagelarse, convertirse en sufrido remero de una barca de la q nunca conoces el destino.
El sentimiento es el calor más entrañable, quien lo quiera recibir, que alimente el fuego y no lo ahogue.

miércoles, 21 de abril de 2010

La velocidad del tiempo

Un minuto puede ser un soplo de nadas o un ciclón de todos. Lo que conocemos como "nuestra edad" es el resumen de aquello que vamos depositando sobre nuestro tiempo vital, ese que iniciamos con un grito y se nos va con un silencio.
Hoy, el tiempo que nos toca vivir, poco o nada tiene que ver con el de otras épocas, porque está marcado por un hecho definitivamente nuevo: la velocidad de nuestro tiempo. Confundimos la urgencia con la vida. Para permanecer e incluso ser, otros decidieron que había que correr empleando el código "tiempo veloz". Nos trataron de moldear entre flashes de modas efímeras, hormigones de hipotecas y estímulos de imitaciones sin raices ni ambiciones. Y sin tomar conciencia, nos subieron a una plataforma de histerias, con taxímetros de tarifas desquiciadas, para tratar de llegar antes a la nada.
Después de tanto vivir, una descubre que tras esas esquinas, jaleadas de ida estúpida, existe otro tiempo; otra forma de entender la vida. Es el tiempo tranquilo, el del silencio, que valora el ser por encima del tener. Aquel que no acepta peajes por ostentaciones estrelladas en miserias vacías. Aquel que sabe encontrar el prefecto e indiscutible punto personal. Este punto íntimo y placentero entre el coste de la decencia y el alquitranado rasante déficit de la indecencia.
Definitivamente, la vida es una cuestión de velocidad.

viernes, 16 de abril de 2010

Placeres

Será por eso que nadie quiere morirse, porque al final de la vida contemplar la salida del sol un día más tiene q ser un placer tan fuerte como el que te proporcionó el primer beso de aquel niño. Llega un momento en que los mortales se agarran como pueden a cada amanecer. Aquellos labios que sabian a fruta todavía un poco ácida serán sustituidos cada mañana por la nueva luz que llega hasta tu cama. Tal vez aspirar el perfume de una rosa con el tiempo sustituirá a aquel instante en que tu novio consintió en sentarse contigo por primera vez en la última fila del cine. Pudiste creer que no había en el mundo nada más excitante que aquel deseo en la oscuridad pero de pronto descubres que ahora lo cambiarias por una buena ensalada. Si se trata de vivir peligrosamente dime quién arriesga más, el joven escalando una pared del everest o el viejo sentado en un sillón de orejas; a cuál de los dos le ronda más cerca la muerte. Sin duda la muerte le sopla al viejo en la nuca su hálito de nieve forzándole a batir diariamente el recórd de vivir lo mas pegado posible a la eternidad.No hay deporte mas duro que esos últimos cien metros lisos. Cada edad tiene sus naipes que jugar, puesto que la vida no es sino una forma de ir sustituyendo unos placeres por otros, la carne de novio por la de novillo, el levantamiento de pesas por la lectura de unos versos de Eliot, sin que la gloria se quiebre. Entre todos los placeres tal vez uno muy grande sea ese de llegar a la suprema sabiduría de no entender ya nada de lo que pasa. Ese estado de gracia es otra forma de naturaleza. Frente a la estupidez humana, una sonrisa irónica;frente a la catástrofe planetaria, una leve mirada al cielo sin pedir explicaciones;frente a la injusticia o el crimen más execrable, el gesto impasible de la inocencia. Cada mañana la luz del sol establece en la ventana un asa donde agarrarse. Hoy mismo un adolescente acaba de descubrir por internet el primer sexo cibernético, un joven que practica el deporte de riesgo se ha tirado con un ala delta por un acantilado, un especulador en bolsa ha ganado cien millones en una hora, un señor maduro ha navegado en brazos de una nueva amante, una profesora se ha enamorado de su nuevo alumno, un viejo ha sentido el aroma de café al despertar y viendo el sol de primavera en la ventana se ha llevado la alegre sorpresa de no haber muerto. Nadie sabe cual de estos placeres es el más fuerte.

Cambios

Llevaban 10 años durmiendo cada uno en el mismo lado de la cama, cuando una noche, entre sueños, ella ocupó el sitio de él y él, el sitio de ella. Para los dos resultó una novedad enfretarse al cónyuge por un costado diferente al habitual. De hecho, el otro no parecía el cónyuge, sino un intruso que resultaba al mismo tiempo sorprendentemente familiar, como si se hubieran conocido en otra vida, o quizá en otro idioma. Esta madrugada hicieron el amor con una torpeza morfológica llena de hallazgos sintácticos, de manera que al levantarse decidieron extender el cambio a los otros ámbitos de la existencia. Así el comenzó a ponerse a la izquierda de ella en la mesa y a su derecha en el sofá. En el coche, que habitualmente conducía él, la mujer ocupó el lugar del conductor.
Este mínimo cambio geográfico modificó sus vidas, haciéndoles tomar conciencia de unos territorios corporales inéditos. Entre tanto, sus fantasmas, abandonados en los lugares primitivos, continuaron relacionándose con la rutina anterior. Mientras ellos se abrazaban, en fin, con la extrañeza de dos adúlteros, sus espíritus continuaban jugando al matrimonio, de modo que enseguida devinieron en cuatro individuos, dos reales y dos imaginarios. Iban juntos a todas partes, con las posiciones respectivas invertidas, como la imagen que devuelve el espejo. En los restaurantes, aunque sólo reservaban mesa para dos, se sentaban en realidad cuatro y se pasaban la cena discutiendo sobre las ventajas de la rutina frente a las de la novedad sin ponerse de acuerdo. Trascurrido el tiempo, regresaron por nostalgia a los lugares de siempre, encontrando sus huellas como las habian dejado. Enseguida, volvieron a ser dos, y a veces, cuando imaginaban la posibilidad de ser otra vez cuatro, sentían una enorme pereza.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Reconstruir

No existe hogar que en algún momento no haya conocido viento y tormenta, frío abierto y noche cerrada. Alguno se destruyó porque se movió en exceso el suelo sobre el que dos cimentaron su arquitectura de vida. Otros, simplemente fueron quedando inservibles porque su hoy se fué distanciando de su ayer, algo que atribuimos al paso de ese tiempo que decidimos que todo lo cambia. Pienso que no es cierto.
No cambia el tiempo: lo que cambia es cómo sentimos nuestro tiempo, aquel momento en que entendemos que la mejor comida, mal digerida, es indigestión; que el amor no se construye sólo desde el ímpetu del dar, sino también desde el flujo del recibir.
Y entonces llega el momento de la suprema decisión: abandonar o reconstruir.
Reconstruir requiere fe e ilusión, porque significa volver a proyectarse desde una convivencia bién distinta a la que causó la malvivencia. Habrá que pensar en menos haitaciones y rincones, espacios más diáfanos, luminosos, ventilados y abiertos. Habrá que pactar unos cimientos comunes que aguanten vendavales, nevadas y chorradas. Y todo habrá que hacerlo desde esa humedad que sólo genera el amor, porque las lagrimas secas y resentidas son incapaces de fraguar nuevos cementos.
Reconstruir fielmente el pasado es absurdo porque, a partir de ahora, de nosotros sólo queda el futuro.
Reconstruir es quedarse con lo bueno, y el resto, cambiarlo del todo para un futuro distinto y mucho mejor.

martes, 9 de febrero de 2010

Miedo siento

Me levanto temprano, mientras me pongo un café escucho en la radio que el ministro de turno da por hecho que se instalarán los escáneres mas famosos de esta navidad en los aeropuertos. Camino hacia el metro,cojo el primero de la mañana. Bajo las escaleras mecánicas y no veo nadie,podría hasta colarme en un acto de rebeldía por un precio de bonometro abusivo. Pienso por un momento en lo sencillo que sería repetir un atentado como el 11-M en una estación en la que nadie te controla mas allá de unas cámaras que, con suerte, tendrán unos ojos lejanos y mileuristas al otro lado. Mientras,me acuerdo del ministro y sus escáneres, que no son más que otro contrato millonario con otra empresa, como las obsoletas vacunas de la gripe A. Miedo siento porque el golpe llegará de nuevo donde menos esperemos, donde nadie esté mirando. Y ante eso sólo queda luchar contra la pobreza y la ignorancia, caldo de cultivo del odio y el fanatismo.

domingo, 7 de febrero de 2010

Cuestión de olor

Alguién dijo, quizá decepcionado, que para amar a alguién de verdad hace falta olerle los pies. Hay algo de escatológico en esta apreciación, pero también una buena dosis de agudeza. Suele ocurrir que el éxito de un amor estribe en los detalles más íntimos. No se trata de soportar estoicamente los defectos y las miserias del amado,sino de convertir el hechizo del enamoramiento en amor verdadero,de romper fronteras iniciales que a todos nos separan (prejuicios, culto al físico,superficialidades...)y encontrar la complicidad; porque; al fin y al cabo, complicidad y amor son las misma cosa.¿ lo intentamos?

Podríamos comprar un piso de dos habitaciones y financiarlo con una hipoteca referenciada al euribor a un plazo de veinticinco años sin carencia. Amueblarlo sin olvidar la nevera,lavadora,microondas,vitrocerámica,lavavajillas,televisión,ordenador,impresora,mesa de comedor, con seis sillas,cama de matrimonio, mesitas de noche, alfrombras poco sufridas, y un sinfin de accesorios y complementos.
Podríamos comprar un coche y financiarlo a ocho años durante los cuales deberíamos pagar el seguro, los cambios de aceite y las reparaciones.
Podríamos tener niños llevarlos a la guardería y verlos crecer, pagar los recibos del autobús,comedor del colegio,clases de inglés,clases de ballet/judo, clases de informática y música, pañales, ropita que les dura dos semanas, triciclos, juguetes, puzzles, y hasta la paga de fin de semana.
Podríamos ir al cine de vez en cuando y esperar a que nuestros hijos dejen de ir de vacaciones con nosotros al cumplir los quince.
Podríamos ir aportando unos euros al plan de pensiones e ir reservando plaza en el geriátrico. Dicho lo cual y visto el panorama...
QUIERES PASAR TU VIDA CONMIGO???..

sábado, 6 de febrero de 2010

solo un trocito de mi amor..

Todo gran amor tiene su tragedia,y ahora le ha tocado el turno al nuestro,pero el haberte conocido y amado de una manera tan ciega,haberte tenido como parte de mi vida,la sola parte que ahora considero tan "mía",es para mí suficiente. A mi pasión le fallan las palabras,pero tú puedes comprenderme,solo tú. Nuestras almas estás hechas una para la otra,y por conocerse a través del amor la mia ha superado muchos males,pero también ha comprendido la esencia real de las cosas verdaderamente importantes.
El dolor,si vuelve,no permanecerá para siempre,ciertamente,un dia tu y yo nos encontraremos de nuevo,y aunque mi rostro sea una máscara de pesadumbre y mi cuerpo este decrépito por la soledad,tú y solo tú reconocerás mi corazón,que es más feliz porque encontró el tuyo,porque halló su ideal en tí, Tu me enseñaste el secreto mas grande del mundo EL VERDADERO AMOR, y la VERDADERA PENA cuando no estás.. GRACIAS A.G.C
SIEMPRE TUYA. DANIELA.

que fui para él?

Tu silencio de diecinueve días me parece una respuesta anticipada y definitiva a mi triste ruego. ¡Ni siquiera esperaste a que te preguntara qué era "lo mejor"!.
Pero no interprtes esto como un reproche. He pasado tres semanas sumida en una horrible tristeza,porque,después de 10 días de habernos despedido,tu silencio me hizo temer que el hastío y el agotamiento se hubieran adueñado de mi esencia y sufrí,no importa cuanto,pero me dije a mi misma: "decidí arriesgarme;acepto las consecuencias". Y eso es lo que diré siempre.
Es solo,querido,que hay que estar un poco ciego,o sentirse en cierto modo aliviado por la "sensatez" de mi actitud, para leer en mi "nota" del dia 30,otra cosa que no fuera una súplica de sinceridad por tu parte,una urgencia desesperada de saber cuanto antes y acabar con el asunto,¡no temas!,puedo repetirlo ahora. Cualquier cosa sería mejor (es algo que he aprendido en estas últimas 3 semanas)que quedarme aquí sentada preguntándome: ¿que fuí para él? te aseguro que practicado eso de "non dolet"

El reloj sin agujas

"La próxima semana te llamo", "A ver cuando cenamos","Tengo muchas ganas de hablar contigo..." la cotidianidad anda llena de fogonazos de aprecio,clamores de amistad y aspavientos de simpatía que se diluyen al minuto de haberlos manifestado. La adrenalina de la voluntad espasmódica tiene eso: tal como viene, se va. Son propuestas impulsadas por subidones de euforia, deseos sin moral, intenciones sin raiz,anhelos de hielo. Antes, todos esos "quieros" con eco de "olvídame" me parecían poco serios,demasiado frívolos y siempre desconcertantes. Con los años aprendí a contemporizar,esa expresión de sonido solvente que me suena a la capacidad de temporizar el tiempo,es decir,a hacer malabarismos con las agujas de nuestro reloj personal,que es el que en cada momento marca el ritmo de nuestra conciencia y nuestra actitud. Cuando lo conseguimos,una hora puede ser mucho,muchísimo más q sesenta minutos,porque al cotemporizarla se nos transforma en un trocito de vida que podemos acelerar o ralentizar,estrujar,extender,elevar,evocar,olvidar para siempre o repetir hasta nuestro infinito finito.
No hay mejores momentos que aquellos en los que podemos prescindir de las agujas del reloj. Entonces es cuando ya no te impresionan los fogonazos de amistad,porque entiendes que son cohetes sin pólvora. Y es que,a veces,simplemente tu tiempo no coincide con el de otros.